Al ingresar a KidZania, el visitante no tiene la sensación de ingresar a un parque de diversiones clásico: no hay grandes espacios abiertos, ni montañas rusas ni siquiera carrusel. El lugar no se presenta como tal, sino bajo el concepto de «ciudad interactiva para niños».
Los veintiocho parques de KidZania en todo el mundo (los cuatro pioneros nacieron en México) están todos ubicados en centros comerciales. ¡Y por una buena razón! KidZania es, en realidad, un mini centro comercial para niños, o “un pueblo de plástico en dos plantas”tal como lo describe en 2018 el escritor mexicano Juan Villoro en su libro El vértigo horizontal. Una Ciudad Llamada México (Ediciones Almadia, no traducida).
En esta decoración altamente plastificada, los niños juegan a trabajar como adultos en rótulos comerciales que han reproducido de manera idéntica sus tiendas, sus logos, sus productos e incluso los uniformes de sus empleados. El supermercado Walmart está al lado del restaurante de comida rápida McDonald’s, la empresa de autos Nissan tiene enfrente una Domino’s Pizza, y entras tras cruzar una ventana con los colores de Aeroméxico. La aerolínea emite el billete de entrada a puntos que se puede canjear en el banco español BBVA por los billetes “Kidzo”.
Solo el Centro Aeroespacial, el Teatro, la Estación de Bomberos, la Clínica Veterinaria y la Estación de Policía no exhiben el nombre o logotipo de la empresa en sus ventanas. Por otro lado, el hospital de Ángeles pertenece a un grupo privado de salud, la universidad es la de Anáhuac, una de las facultades más caras del país, y el Instituto Nacional Electoral es de hecho la institución oficial encargada de las elecciones en México.
“El concepto de KidZania es tanto educativo como divertido. Los niños vienen a nuestra ciudad a trabajar y ganar dinero. El objetivo es que entiendan la vida en sociedad, lo que implica el trabajo y el salario: cada vez que trabajas, ganas dinero que ahorras, gastas o incluso puedes donar a obras de caridad.explica Erasmo Rufrancos, uno de los voceros de la empresa, quien nos guía por el primer KidZania del mundo, nacido en 1999 y aún con sede en Santa Fe, al noreste de la Ciudad de México.
«¿Estás fuerte hoy?» »
La leyenda de KidZania dice que su fundador, el mexicano Xavier Ancona, de 59 años, tuvo la idea cuando planeaba iniciar una sencilla guardería. Más de veinte años después, KidZania está presente en veintidós países de cuatro continentes (América, África, Asia y Europa) y Se planean seis plantas en Chicago (Illinois) en los Estados Unidos, en Riyadh en Arabia Saudita, en Johannesburgo en Sudáfrica, en Hanoi en Vietnam, en Singapur y en Hong Kong. La empresa mexicana no publica su facturación, pero asegura recibir una media de nueve millones de visitantes al año en todos sus sitios y trabajar con más de mil empresas de todo el mundo.
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