La famosa cadena de tiendas Joann, experta en textiles, artesanías y productos para bricolaje, ha comunicado que cerrará 500 de sus 800 sucursales debido a un proceso de bancarrota que ha afectado a la empresa. Esta decisión, que representa un cambio significativo en la trayectoria de la compañía, destaca los retos económicos y operativos del sector minorista en un entorno cada vez más competitivo y dominado por el comercio electrónico.
Joann, que se estableció hace más de 75 años, se había posicionado como una de las opciones preferidas para los entusiastas de las manualidades y expertos en diseño textil. A lo largo de muchos años, la compañía fue una autoridad en su sector, proporcionando una extensa variedad de suministros que incluían desde telas e hilos hasta instrumentos para proyectos creativos. No obstante, en tiempos recientes, la empresa empezó a encontrarse con problemas económicos a causa de la reducción de visitantes en sus tiendas físicas, los cambios en las tendencias de compra y el impulso de plataformas de comercio electrónico como Amazon.
El comunicado sobre el cierre masivo de establecimientos surge después de que la empresa declarara bancarrota, tras esforzarse por sobrevivir en un mercado cada vez más exigente. De acuerdo con fuentes próximas a la compañía, los cierres se efectuarán de forma gradual en los meses venideros, con el fin de reducir el impacto en los empleados y clientes.
El cierre de 500 tiendas significa un impacto considerable para las comunidades locales que han visto en Joann una fuente esencial para sus emprendimientos creativos. Numerosas tiendas han servido como centros de reunión para artistas, artesanos y aficionados de las manualidades, quienes ahora deberán encontrar otras opciones en un mercado en disminución. Asimismo, los cierres afectarán seriamente a los trabajadores de la cadena, ya que miles de personas podrían enfrentar la pérdida de su empleo debido a esta reestructuración.
En un comunicado oficial, los portavoces de Joann afirmaron que la elección de cerrar estas tiendas fue «difícil pero imprescindible» para asegurar la sostenibilidad futura de la empresa. La compañía también indicó que continuará operando 300 tiendas en ubicaciones estratégicas, donde pretende enfocar sus esfuerzos para servir a sus clientes más fieles. Además, Joann tiene planes de fortalecer su presencia en el comercio electrónico, un ámbito que consideran fundamental para ajustarse a las tendencias actuales del mercado.
Aunque la empresa intenta reinventarse, los analistas opinan que Joann se enfrenta a un reto considerable. En la última década, la industria minorista ha pasado por una transformación profunda, impulsada por el auge de las compras por Internet y la competencia de grandes minoristas que ofrecen precios más económicos y logística más eficaz. Estas condiciones han dejado a muchas compañías tradicionales peleando por su supervivencia, y Joann no ha sido ajena a esta situación.
Aparte de los retos externos, la empresa también ha sido objeto de críticas debido a su tardía adaptación al comercio digital y su falta de actualización en la experiencia de sus tiendas físicas. Aunque Joann trató en años anteriores de aplicar estrategias como el lanzamiento de una aplicación y la optimización de su página web, estas acciones fueron insuficientes para revertir las pérdidas acumuladas.
Además de los desafíos externos, la compañía también ha enfrentado críticas por su lenta adaptación al comercio digital y su incapacidad para modernizar la experiencia en sus tiendas físicas. Aunque Joann intentó en años recientes implementar estrategias como el lanzamiento de una aplicación y la mejora de su sitio web, estas medidas llegaron demasiado tarde para revertir las pérdidas acumuladas.
El cierre de 500 tiendas también plantea interrogantes sobre el futuro del mercado de manualidades y textiles en general. Si bien el interés por el bricolaje y las actividades creativas ha crecido en los últimos años, especialmente durante la pandemia, las pequeñas empresas y los minoristas especializados parecen estar luchando para mantenerse competitivos frente a gigantes tecnológicos y cadenas más grandes.
Para los clientes de Joann, el cierre de tantas tiendas representa un cambio importante. Muchos consumidores han expresado su tristeza en redes sociales, señalando que las tiendas de Joann no solo ofrecían productos, sino también inspiración y un lugar donde aprender nuevas habilidades. Ahora, estos clientes deberán recurrir a otras opciones, como competidores directos, plataformas en línea o pequeños negocios locales, para satisfacer sus necesidades creativas.