Marta Esquivel dejó como directora jurídica de la junta directiva

La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) enfrenta una etapa difícil, marcada por investigaciones legislativas y judiciales que han puesto en la mira a varios de sus altos funcionarios. Uno de los actores centrales de esta situación es Gilberth Alfaro, director jurídico de la institución, quien recientemente declaró ante una comisión especial de la Legislatura que investiga presuntas irregularidades en la administración de la CCSS.

Durante su discurso, Alfaro enfatizó que la suspendida presidenta ejecutiva, Marta Esquivel, le había asegurado que no era necesaria su presencia en las reuniones del directorio. La decisión, según el funcionario, marcó un antes y un después en la dinámica de este órgano colegiado y coincidió con una serie de medidas que fueron duramente criticadas, como la suspensión del portafolio de inversiones de la institución.

Alfaro señaló que la exclusión de la reunión no sólo afectó la toma de decisiones en temas de inversión, sino que también provocó problemas en el buen funcionamiento del directorio. Según su testimonio, la ausencia de un criterio legal permanente hizo que se utilizara la figura de un «funcionario de facto» para garantizar el quórum en las reuniones. Este mecanismo, no utilizado anteriormente por el directorio, consiste en convocar a un funcionario de la institución para que asuma temporalmente las funciones del director.

El director jurídico explicó que si bien ese no era su criterio original para la implementación de este número, el Ministerio Público Supremo estipuló que en casos excepcionales se podrían convocar órganos colegiados según este método. Además, citó el artículo 11 de la Ley General de la Administración Pública, que define como «funcionario de hecho» a aquel que desempeña una función pública sin nombramiento válido pero cuya actividad es autorizada en situaciones de emergencia para garantizar la continuidad del servicio. .

Uno de los momentos más tensos de la actuación se produjo cuando la diputada del Frente Amplio, Rocío Alfaro, le consultó sobre la decisión de suspender la cartera de inversiones de la CCSS. Según el director jurídico, esta medida se produjo poco después de que fuera expulsado de la reunión de la junta directiva, lo que plantea interrogantes a algunos legisladores sobre la transparencia y deliberación de dicha decisión.

Por otro lado, Alfaro también habló sobre la auditoría, que se realizó en los equipos de Atención Básica Integral de Salud (EBAIS), administrados por cuatro cooperativas y un colegio de médicos. Esta revisión se produjo como parte de una investigación conocida como «caso Barrenador» liderada por la Fiscalía General de la República. El funcionario reconoció que previo a la asignación de la administración del EBAIS a las cooperativas no se emitió un criterio jurídico básico, cuestionando la legalidad y justificación de estas decisiones.

Durante la sesión, otros legisladores plantearon dudas sobre diversos temas relacionados con la administración de la CCSS. Paulina Ramírez, diputada por el Partido de Liberación Nacional (PLN), expresó preocupación por el estado del proyecto de construcción de un nuevo hospital en Cartago. Alfaro respondió que las autoridades deben evaluar si el contrato se transfiere a otra empresa, además de establecer procedimientos para determinar la responsabilidad de la empresa originalmente adjudicada.

Luis Diego Vargas, del Partido Liberal Progresista (PLP), cuestionó la derogación de la norma de subcontratación que regula la subcontratación de servicios de salud. Según Vargas, lineamientos claros en este tema son fundamentales para garantizar buenas prácticas de gobierno corporativo y mejorar la transparencia de los contratos con terceros.

Ante estas preocupaciones, Alfaro señaló que no está claro si la CCSS ha estructurado una gestión para abordar estos temas, lo que dificulta apelar a criterios firmes en la toma de decisiones. En este contexto, enfatizó la necesidad de fortalecer los mecanismos internos de supervisión y planificación para que situaciones similares no se repitan en el futuro.

El discurso también reveló tensiones internas al interior de la CCSS y diferencias de criterio entre funcionarios y legisladores. Mientras que algunos parlamentarios creen que las medidas adoptadas por la institución carecen de base técnica y jurídica, otros sugieren que la falta de claridad en los procedimientos podría estar relacionada con problemas estructurales más profundos.

Finalmente, Alfaro enfatizó que la reciente reunión del Consejo de la CCSS celebrada un sábado de julio abordó temas estructurales, entre ellos la gobernanza del EBAIS y la relación con las cooperativas médicas. Según el funcionario, estos debates son claves para asegurar el alineamiento con los objetivos de la institución, pero requieren de mayor coordinación y transparencia para resolver las dudas que han surgido en torno a su liderazgo.

La situación actual de la CCSS refleja un panorama complejo en el que decisiones administrativas y cuestiones jurídicas han creado un ambiente de incertidumbre tanto en la institución como en la opinión pública. Las investigaciones en curso, tanto legislativas como judiciales, serán decisivas para esclarecer los hechos y definir las responsabilidades de los involucrados. Mientras tanto, la CCSS enfrenta el desafío de recuperar la confianza de la ciudadanía y garantizar la continuidad de los servicios de salud en medio de esta crisis institucional.

You may also like...