El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció oficialmente un aumento del 9,54% en el salario mínimo del país a través de un decreto firmado este martes. A partir del 1 de enero de 2025, el salario mínimo aumentará de 1.300.000 pesos a 1.423.500 pesos colombianos, equivalente a aproximadamente $322. La decisión se produjo tras una falta de consenso entre el gobierno, los sindicatos y los empleadores y marca un nuevo capítulo en la política salarial del país.
Durante un acto público en Zipaquirá, donde participó del tradicional novenario del Aguinaldo, Petro calificó el aumento como un importante paso adelante para mejorar las condiciones de vida de los colombianos cuyos ingresos están ligados al salario mínimo. Rodeado de conocidos y vecinos del distrito Bolívar 83, que para él es de importancia personal, el Presidente enfatizó la importancia de la adaptación como herramienta para combatir la pobreza y promover el crecimiento económico.
El aumento del salario mínimo no estuvo exento de críticas, especialmente por parte del sector empresarial. Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), expresó su preocupación por el posible impacto económico de la medida y advirtió sobre sus «grandes consecuencias». Petro respondió enérgicamente a estos comentarios, calificando las afirmaciones de Mac Master de «mentira profunda». Según el presidente, el aumento salarial contribuirá al crecimiento económico del país, rechazando la idea de que las economías prosperan gracias a la precariedad laboral.
“El país avanza con trabajadores dignos y no con condiciones de esclavitud. El salario mínimo obliga a la economía a crecer», afirmó Petro en su discurso, argumentando que el ajuste no sólo es justo, sino también estratégico para el desarrollo económico de Colombia.
El anuncio del decreto se produjo un día después de que el gobierno y los sindicatos no lograran ponerse de acuerdo sobre un aumento salarial. A falta de consenso, la administración de Peter decidió definir el aumento unilateralmente, enfatizando la necesidad de tomar decisiones que garanticen a los trabajadores un ingreso justo.
En su defensa del ajuste, el presidente también destacó los avances en el control de la inflación. Según Petro, Colombia cerrará el año con una inflación general del 5% y una inflación de alimentos del 2,7%, una de las mayores reducciones en este rubro entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE).
«Esperamos que la inflación sea del 3% el próximo año, lo que significa que el aumento del salario mínimo tendrá un aumento real del 6,54%», explicó Petro, señalando que este es el tercer aumento del salario mínimo en términos reales bajo su administración. . Según el presidente, esta política fue clave para reducir la pobreza y el hambre en el país.
El anuncio del aumento se produce en el contexto de los desafíos económicos y sociales de Colombia, donde el salario mínimo es central en las discusiones sobre justicia social y desarrollo económico. Este ajuste coloca al país en una posición diferente en comparación con otras naciones latinoamericanas, muchas de las cuales enfrentan debates similares sobre la relación entre salarios, inflación y productividad.
El decreto firmado por el presidente Petr no sólo introduce un nuevo salario mínimo, sino que también refleja un enfoque político destinado a mejorar las condiciones laborales como motor del crecimiento económico. Aunque la medida ha generado controversia, el gobierno mantiene su posición de que esta política salarial fortalecerá la economía nacional y contribuirá a una mayor justicia social.
En palabras de Peter, “Aumentar el salario mínimo es una política que saca a las personas de la pobreza y mejora sus condiciones de vida. «Es un paso hacia una Colombia más justa».